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Por un sistema monetario público, transparente y sin interés

En el modelo económico está la llave para cambiar nuestro país y, por extensión, el mundo.

Estamos siendo víctimas de la mayor estafa de la historia de la humanidad, la cual tiene su origen en la propia creación del dinero. No es algo difícil de entender, es algo difícil de creer, pero debemos creerlo porque es así.

La estafa financiera es un hecho indiscutible que vamos a explicar a continuación, y la creación del dinero es algo demasiado importante como para permitir que pueda caer en manos de entidades privadas como son los bancos. Los mercados financieros han conseguido someter a los mismos Estados. Debemos comprender que es totalmente cierto lo que dijo Mayer Rothschild hace ya más de dos siglos:

Dadme el control de la moneda de un  país y no me importará quien haga sus leyes (Mayer Amschel Rothschild)

¿En qué consiste gran estafa bancaria?

No es un problema nuevo y no es necesario ser experto en economía para comprenderlo, tan sólo hay que saber cómo se crea el dinero en la actualidad y por qué se hace de este modo.

Hoy en día el dinero se crea literalmente como un préstamo bancario, es decir, que cada vez que un banco concede un préstamo a un cliente, se crea nuevo dinero, así de simple. Pero los préstamos bancarios deben ser pagados con interés, por lo que cada vez que se genera nuevo dinero también se está generando una deuda mayor, de manera que:

En la actualidad, prácticamente toda la economía del mundo equivale a un enorme préstamo bancario que debe ser devuelto con interés, en última instancia a los bancos centrales. Si para crear nuevo dinero es necesario obtener nuevos préstamos, la deuda total que se genera nunca puede ser pagada.

Para ilustrar esto con un ejemplo simplificado supongamos que en el mundo hay un total de diez países y que todo el dinero que existe bajo una única moneda e inicialmente en manos de un único banco central son 10.000 €. El banco central concede préstamos en cada país por un total de 1.000 € al 10% de interés y a un año. Esta cantidad se reparte entre el Estado, empresas y particulares a través de los bancos locales.

Al cabo de un año, cada país debería devolver un total de 1.100 €, pero si toda la cantidad de dinero existente son 1.000 € ¿De dónde sale lo que falta para pagar al banco central? En total, la deuda que acumulan los países es de 11.000 €. Si un país presta dinero a otro, este último podría pagar su deuda, pero la 2 deuda total es impagable. Como se puede ver claramente la clave está en el interés.

Llegados a este punto, cada país se enfrenta a la imposibilidad de pagar su deuda, de modo que comienza a adquirir nuevos préstamos para pagar al menos los intereses de los préstamos anteriores y así poder financiarse, sin ser consciente de que la deuda que va acumulando es cada vez mayor.

La pregunta que surge a continuación es obvia: Si toda la economía del mundo era de 10.000 € y el banco central ya los había prestado ¿de dónde obtiene el dinero para conceder los nuevos créditos? Por supuesto, la respuesta también es obvia ya que el dinero se crea literalmente cuando se concede un nuevo préstamo bancario.

Hemos supuesto que la cantidad total de dinero existente en la economía eran 10.000 € pero en realidad bajo esta forma de hacer dinero el tamaño de la economía es potencialmente infinito y sólo queda limitado a la cantidad de préstamos que los bancos sean capaces de conceder a sus clientes.

El dinero no tiene ningún respaldo, se crea de la nada, y lo único que le da valor es la intención de quien recibe el préstamo de pagar con interés esa deuda. Crear el dinero de este modo permite a los bancos conceder más créditos de los que la economía real es capaz de soportar y sabiendo que no todo el mundo puede pagar sus deudas llevan a cabo su estafa, consiguiendo:

  • Cobrar la deuda más interés de quienes logran pagar los créditos.
  • El embargo de los bienes ofrecidos como aval de quienes no pueden pagarlos.
  • El control de los Estados a través de las condiciones que les imponen para que puedan solicitar nuevos créditos.

El dinero se convierte así en un instrumento de control, en lugar de ser una herramienta que únicamente se debe utilizar para el libre intercambio de bienes y servicios. La gran estafa bancaria consiste en hacernos a todos dependientes del crédito a través de una deuda impagable. Una vez que entiendes esto ya no hace falta que nadie te explique de dónde vienen las crisis, ni por qué se producen.

Los ciclos económicos solo son periodos en los que los países se ven incapaces de adquirir nuevos créditos para seguir financiándose, o bien en los que los bancos centrales cortan el suministro de crédito a voluntad como sucedió en la gran depresión de Estados Unidos en 1929. Las burbujas y los periodos de bonanza económica son producto directo del exceso de crédito concedido.

Pues bien, de aquí procede el tan ansiado crecimiento económico que todos necesitamos tan desesperadamente, ahora sabemos que no es ni más ni menos que la necesidad de pedir nuevos préstamos para pagar los anteriores bajo un modelo económico insostenible que por propia definición tiende al colapso ya que no es posible renovar los créditos de forma indefinida. Por si esto fuera poco, el colapso económico no es el final de la agonía, tan solo es un paso más de la estafa como veremos.

Mayer Amschel Rothschild

¿Qué hay que saber para afrontar el problema?

Mostrar en detalle cómo hemos llegado a esta situación requeriría un recorrido por toda la historia monetaria que excede los límites de esta explicación. Este documento pretende difundir el mensaje que explica el problema y su solución con la mayor brevedad y claridad posible para que todo el mundo pueda entenderlo. Debemos comprender el problema y su magnitud si queremos trabajar por una solución factible.

Ahora que sabemos cuál es la base de la estafa, cabe hacerse la siguiente pregunta: si los bancos crean el dinero ¿Por qué crear un colapso económico? para explicar cómo se cierra el círculo antes necesitamos echar mano de tres conceptos que son: el patrón oro, la reserva fraccionaria y la función exponencial.

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El patrón oro:

Históricamente el dinero ha tomado una gran cantidad de formas, granos, sal, semillas de cacao, metales preciosos, etcétera. Desde la época de los cambistas (los banqueros de hace más de dos mil años) se ha intentado acuñar el oro como moneda de cambio y la razón es la siguiente:

El oro no se puede falsificar, es un metal escaso y es eso lo que lo hace atractivo ya que si se puede controlar el oro se puede controlar la economía. Pero el oro tiene un gran problema, su peso. Comerciar con oro implica que debemos llevar encima pesadas monedas. Además, la única forma de obtener nuevo oro para la economía es extraerlo de las minas. La banca moderna surgió porque la gente necesitaba almacenar su oro en un lugar seguro.

Los fabricantes de cajas fuertes de la época comenzaron a extender recibos de papel con la cantidad escrita del valor del oro que sus depositantes les habían entregado. La gente comenzó a comerciar con estos recibos en lugar del oro y ese fue el origen del dinero. Pero los fabricantes se dieron cuenta de que pasado un tiempo la gente ya no volvía a por su oro, y si lo hacían nunca venían todos a la vez, de manera que siendo ahora sus recibos aceptados como dinero tuvieron una “brillante” idea:

Podían emitir recibos por más valor del oro que había en la caja y nadie se daría cuenta. El patrón oro es la equivalencia directa entre la cantidad de dinero y la cantidad total de oro. La práctica de emitir más recibos que oro existente debería haberse prohibido nada más ser descubierta, sin embargo en lugar de ello y debido a las necesidades de crédito de la época, fue extendida y regularizada.

Poco a poco, el dinero de papel fue ganando terreno hasta que en 1971 el patrón oro fue eliminado por completo para dar paso a la creación del dinero directamente como préstamo bancario.

La reserva fraccionaria:

Es el método que utilizan los bancos locales para prestar dinero en la actualidad. Seguramente habrás oído alguna vez que si todos los depositantes de un banco acuden al mismo tiempo a por sus ahorros el banco quebraría. Esto es totalmente cierto y se debe a que cada a banco se le permite prestar mucho más dinero del que realmente tiene y sólo debe guardar una ínfima parte en reserva.

Es el equivalente a falsificar dinero del mismo modo que hicieron los fabricantes de cajas fuertes en su momento imprimiendo más recibos que oro tenían guardado. Si nosotros lo hacemos iremos a la cárcel por fraude, pero a los bancos se les permite hacerlo y además de forma legal. El coeficiente de caja de la zona Euro habitual hoy día es de un 2%.

Esto significa que por cada 100 € que depositamos en ahorros en una entidad, ésta mantiene 2 € como reservas legales y tiene la capacidad de invertir o conceder nuevos créditos por valor de 98 €. Cada crédito concedido va a parar a otra entidad como un nuevo depósito y el 98% de ese dinero vuelve a ser prestado. Así, cuando los bancos locales conceden préstamos al 3%, 4% o 5% de interés, mediante al método de la reserva fraccionaria los bancos centrales están recaudando intereses por un valor de más del 1.000% gracias a un dinero prestado que no poseen.

La idea de poder prestar más dinero del que reciben incita a los bancos locales a llamar a sus ahorradores y ofrecerles un interés por su dinero, dando a la gente la impresión falsa de que préstamos se realizan con del dinero que les han confiado sus depositantes, nada más lejos de la realidad.

Lo que debe quedar claro de la reserva fraccionaria es que actúa como multiplicador exponencial sobre la cantidad de dinero que los bancos pueden llegar a prestar y por tanto también sobre los intereses que recaudan. Este es el método en el que el sistema financiero actual ha creado a día de hoy el 95% del dinero deuda que existe en el mundo y que ha devorado por completo a la economía real en un tiempo record.

La gran estafa financiera internacional

La función exponencial:

Hemos visto qué la economía necesita crecer y que la cantidad total de dinero se expande exponencialmente a través de la reserva fraccionaria. Pero ¿Qué significa que algo se expande de manera exponencial? La función exponencial nos enseña la alarmante velocidad a la que se produce el crecimiento de la cantidad total de dinero y por tanto de la deuda.

De forma sencilla, imagina como se reproduce una célula. Cada célula se divide en dos, esas dos vuelven a dividir y así sucesivamente, siendo cada vez su cantidad el doble de la anterior, es decir, 1, 2, 4, 8, 16, 32, 64, 128, 256, 512, 1024… 1.000.000, 2.000.000… Este mismo comportamiento podría aplicarse a la población mundial si cada pareja tiene cuatro hijos en promedio. Comenzando con una sola pareja inicial, al cabo de 32 generaciones ya seríamos más de 8.000 millones de personas en el planeta y 16.000 millones en la siguiente.

Estos son dos ejemplos de un crecimiento exponencial. La pregunta ahora es ¿Cuánto tiempo puede aguantar nuestro planeta con la población creciendo a ese ritmo? Lo que debemos saber es que el crecimiento económico obedece a la función exponencial y obliga a la población mundial a crecer y a consumir recursos de este modo. Cuando se dice que la economía ha crecido un 3% este año significa que ha crecido un 3% más de lo que creció el año anterior y lo mismo sucede con la población.

Estamos obligados a crecer y crecer sin control como sucede con las células cancerígenas. Sin lugar a dudas podemos afirmar que la humanidad está padeciendo el cáncer del modelo económico, por ello, comprender la función exponencial es algo esencial. Cada año, más y más productos tienen que ir desde los recursos naturales hasta los vertederos para evitar que el sistema colapse.

Con la globalización hemos descubierto que el planeta tiene límites que debemos respetar si queremos sobrevivir. Como dijo Kenneth Boulding: “Quien crea que un crecimiento ilimitado es compatible con un planeta limitado o está loco o es economista”. ¿Cómo se lleva a cabo la gran estafa bancaria? Los bancos centrales crean el dinero inicial que prestan a los bancos locales y estos últimos utilizan el método de la reserva fraccionaria para multiplicarlo y maximizar su beneficio.

Cada vez que se concede un nuevo préstamo hay más dinero en total y por lo tanto el dinero vale menos, con lo que se necesita una cantidad mayor para poder comprar lo mismo que antes, es decir, que los precios suben. En economía la inflación es un fenómeno puramente monetario y procede del aumento continuado de la cantidad total de dinero existente en circulación. Con la reserva fraccionaria los bancos también crean el 97% de la inflación.

Toda esta crisis va a estallar en forma de hiperinflación, o lo que es lo mismo, el dinero perderá todo su valor hasta el extremo de que será necesario un saco de dinero para ir a hacer la compra diaria, para explicarlo vamos a retomar la pregunta anterior: Si los bancos centrales crean el dinero ¿Por qué crear un colapso económico global? Si todos somos ya dependientes del crédito y ellos ricos ¿Qué sentido tiene destruir el sistema?

La respuesta es que en una crisis económica la riqueza real no se destruye, solo se transfiere a manos de unos pocos. El colapso económico global es la culminación de la estrategia que los bancos han utilizado para expandir su imperio a todo el planeta y que vamos a describir paso a paso:

Paso 1: Ya lo hemos descrito, consiste en conceder más créditos de los que la economía real es capaz de soportar generando una mega burbuja de deuda mediante la creación del dinero como préstamo bancario. Los bancos centrales saben que no todos los préstamos pueden pagarse y que la reserva fraccionaria que utilizan los bancos locales sirve para maximizar exponencialmente su beneficio.

Paso 2: Con el dinero que ganan gracias a los enormes intereses de los préstamos, los bancos centrales compran oro, y más y más oro mientras siguen dando créditos y devaluando la moneda, además de embargar a quien no puede pagar y acaparando así cada vez más bienes y recursos.

Paso 3: Una vez que todo el mundo está ya tan endeudado que no se pueden conceder nuevos créditos porque resulta demasiado obvio que son impagables, los bancos centrales comienzan a bajar los tipos de interés dando a los Estados la “esperanza” de que la economía puede crecer más, manteniendo el nivel de deuda tanto como sea posible para crear un clima de tensión social.

Paso 4: Los tipos bajan al máximo, pero aún así apenas se puede seguir creciendo, de manera que cuando los tipos de interés alcanzan el 0%, los bancos centrales empiezan a imprimir billetes para pagar las deudas. Es en este momento cuando comienza a dispararse la inflación provocando una subida de precios generalizada de forma exponencial. Vamos a ser testigos de un colapso económico global a niveles hasta ahora nunca vistos.

Paso 5: Tras el colapso económico, alegando que la economía no es sostenible los bancos centrales proponen la unión bancaria, esto es, la creación de un nuevo banco mayor que el anterior financiado con el oro que han comprado.

Un nuevo banco que controle totalmente la nueva economía y que deje a los Estados completamente fuera de la política económica que ellos usarán para someterlos aún más. Puesto que el dinero actual ya no tiene valor se propone la creación de una nueva moneda única respaldada por oro.

Volver al patrón oro porque ellos ya controlan todo el oro del planeta. Ya se directa o indirectamente, los bancos comienzan a exigir en oro el pago de sus deudas. Finalmente, el gran grueso de la gente venderá lo poco que le queda para sobrevivir a la élite restante que se acaba quedando con toda la verdadera riqueza del mundo y también con su absoluto dominio. La guerra es parte del problema y nunca de la solución.

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Acabamos de describir el magistral plan orquestado por las élites que dirigen actualmente a los bancos centrales (como ocurre con el BCE, al perder los Estados el control real sobre sus bancos centrales nacionales), si bien el modelo económico está pensado para que al final la riqueza se acumule en manos de unas pocas familias, hay que tener en cuenta que aunque un 1% pueda parecer un porcentaje pequeño, asociado a la población mundial representa a una gran cantidad de personas y entidades que defienden el modelo, así que no estamos hablando sólo de los bancos centrales sin control del Estado, además hay grandes multinacionales, figuras políticas situadas de forma estratégica y accionistas privados interesados en que se produzca el colapso económico y preparados para ello.

Las guerras juegan un papel importante en el colapso, principalmente por las siguientes razones:

  • Traen destrucción, muerte, caos, miseria, y además son el mayor generador de deuda que existe porque no producen ningún beneficio económico, por lo tanto alimentan el sistema y a su vez aceleran el colapso.
  • Sirven para distraer la atención y como excusa para llevar a cabo sus propósitos.
  • Ambos bandos necesitan enormes créditos para financiarse que obtienen de los bancos.

La prolongación en el tiempo de la situación tan asfixiante para los ciudadanos que produce la deuda del Estado y la imposibilidad de encontrar mecanismos monetarios adecuados e intervención en la circulación de la masa monetaria, acaba provocando el ascenso de los partidos extremistas como sucedió en la Alemania de los años 20, así que bajo ningún concepto debemos permitir ser manipulados para ayudar con una guerra que contribuya este diabólico propósito.

Citando las palabras de Paul Valery: “La guerra es una masacre entre personas que no se conocen, para provecho de personas que sí se conocen pero no se masacran”. Mucha gente piensa que el colapso es necesario y que traerá consigo, además de la tercera guerra mundial, la creación de una nueva economía que nos liberará del capitalismo de una vez por todas.

Por desgracia no saben cuánto se equivocan, la dirección es justamente la contraria. Si ahora vivimos en el capitalismo el colapso  convertirán el capitalismo en una dictadura capitalista donde nuestras libertades y derechos serán reprimidos al extremo y la población mundial quedará diezmada.

La nueva economía en manos ahora exclusivamente de las élites que dirigen los bancos centrales que ya no son del Estado, dará paso al completo sometimiento de los Estados a su política económica, por consiguiente todo se convertirá en un negocio y sólo podrá sobrevivir quien pueda pagar, de hecho los defensores del nuevo modelo intentarán cobrar hasta por respirar si es posible.

El punto crítico. En nuestro ejemplo de partida hemos dicho que el BCE presta el dinero inicial a los bancos privados y estos lo prestan a su vez al Estado, a las empresas y a particulares en cada país. Si bien inicialmente no es el Estado quien debe pagar toda la deuda, existe un proceso de transformación de deuda privada en deuda pública que hace que se alcance dicha situación.

Sucede lo siguiente: Basta con que un único banco quiebre para que el sistema bancario entero se venga abajo. Cuando un banco quiebra se produce el llamado pánico de los ahorradores, es decir, que los depositantes de todos los demás bancos corren a retirar su dinero, pero como los bancos no pueden devolverlo todo a la vez porque utilizan la reserva fraccionaria y han prestado y re-prestado un dinero que no tienen el sistema colapsa.

Esa es la razón por la que el Estado interviene y los rescata. Los Estados asumen las deudas de los bancos como deuda que se debe pagar con dinero de los contribuyentes. No es necesario hacer un análisis muy profundo para comprender que el sistema está pensado para privatizar los beneficios y socializar las pérdidas. También es cierto que en nuestro ejemplo teórico existe la posibilidad de que algunos Estados paguen su deuda, sin embargo en la práctica existen entidades como el banco mundial (BM) y el fondo monetario internacional (FMI) que se encargan de hacer imposible esa tarea.

Los Estados aceptan el modelo económico actual sin ser conscientes de la verdadera situación, por esta razón los políticos apoyan el crecimiento. Pero no apoyan el crecimiento de la economía real. La realidad es que el crecimiento a base de créditos conlleva una deuda cada vez mayor, que va disminuyendo la cantidad que el Estado dispone para invertir en la sociedad.

Tarde o temprano llega un momento en el que la deuda que el Estado debe pagar comienza a ser un serio problema porque los plazos de los créditos se cumplen y los intereses por demora se disparan, así que el Estado se ve obligado a centrar todo su esfuerzo en pagar la deuda, pasando a segundo plano su inversión en la sociedad. Este es el punto crítico, ahora el Estado tiene que pagar si o si y no puede obtener más beneficios porque el crecimiento ya no es posible.

La única opción es la austeridad, es decir, aumentar los impuestos directos e indirectos y reducir gastos haciendo recortes en todos los servicios públicos y allá donde sea posible: Sanidad, educación, investigación y desarrollo, pensiones, subvenciones, etc.

No sirve de nada, además hacer esto conlleva una grave degradación de los servicios públicos y un cierre multitudinario de empresas que no pueden aguantar la situación, especialmente las pequeñas y medianas empresas y los autónomos, lo que se traduce en más paro y menos consumo, con lo que el gobierno debe subir nuevamente los impuestos y entramos entonces en un círculo vicioso del que no se puede escapar.

En resumen, las opciones son crecimiento a base de créditos o austeridad y recortes. Crecimiento implica nuevos créditos y por tanto más deuda; Austeridad conlleva recortes, menos recaudación de impuestos, más intereses que pagar por demora y por tanto más deuda. Al final, sin más remedio el Estado no tiene otra opción que solicitar un rescate bancario en forma de préstamo, aún mayor, para “salvar” la economía y es entonces cuando pierde completamente la soberanía para entregársela, en el caso Europeo, a la troika, esto es, al BCE en cuanto a se refiere al sistema monetario, en bandeja de plata.

¿Cuál es la solución?

Como hemos dicho, no nos enfrentamos a un problema nuevo y tampoco lo es su solución, que no es radical, no requiere de ninguna guerra y podría transformar por completo el modelo económico en muy poco tiempo, evitando así el colapso y provocando un verdadero cambio social. Cambiar el modelo económico no requiere empezar de cero y no hay que destruir lo que ya existe, solo hay que transformarlo y las cuestiones clave para hacerlo son:

¿Por qué se crea el dinero con interés?

Mucha gente creerá que el problema es el dinero en sí, pero culpar al dinero sería como culpar a un coche porque su conductor lo ha utilizado para atropellar a alguien, o culpar a un cuchillo porque ha sido usado para matar. El dinero es una herramienta que permite superar las limitaciones históricas del trueque y que cuya única utilidad es y debe ser siempre la de establecer el libre intercambio de bienes y servicios entre las personas.

El problema no es el dinero, es el interés. Hubo un tiempo en el que aplicar interés al dinero se llamaba usura. Ganar dinero del dinero era considerado una labor de parásito y estaba castigado con duras penas, incluso con la pena capital, sin embargo a lo largo de la historia la palabra usura ha ido cambiando su definición para pasar a ser la de “ganancia excesiva por un préstamo” aceptando el falso hecho de que prestar con interés es algo completamente arraigado, válido e incluso necesario para la economía, hasta el punto de que ganar dinero del dinero hoy en día está considerada la mejor de las profesiones.

¿Para qué trabajar si tu dinero puede hacerlo por ti?

No es casualidad este fenómeno, pues quienes crearon el modelo económico actual nos invitan a ser como ellos, avaros y egoístas, y a competir en un juego amañado que saben que no podemos ganar y que nos condena a la esclavitud eterna de la deuda. Estudiar el interés nos revela que da igual que moneda se utilice: Metales preciosos, dinero de papel, dinero virtual, etc.

Si alguien dentro del sistema en algún momento comienza a prestar con interés el resultado final será siempre el mismo: La concentración de bienes y riqueza en manos de unos pocos y el resto del mundo presa de las deudas, por tanto el interés en el dinero debe ser eliminado y la práctica de prestar con interés prohibida sin excepciones.

¿Por qué los Estados, siendo la máxima autoridad de la sociedad, tienen que pedir prestado su propio dinero y pagarlo con interés cuando podrían crearlo?

Writght Patman, congresista estadounidense dijo hace ya bastantes años lo siguiente: “Todavía no he encontrado a nadie que pudiera justificar, de una manera lógica y racional, que el Estado tenga que pedir prestado a los bancos el uso de su propio dinero. Creo que llegará el día en que el pueblo exija que esto cambie. Llegará el día en que nos echarán la culpa a nosotros, el congreso, por permitir que este estúpido sistema continuara”.

La mayoría de la gente piensa que el dinero lo crea el Estado, no es así, lo pide prestado. La creación del dinero es tarea exclusiva que, a raíz de la introducción del euro (en el caso de Europa), se encarga el BCE, que es una institución independiente y cuya única implicación con los gobiernos son las leyes que respaldan a los bancos y al dinero que crean como el único y verdadero, es decir, que cualquier otra forma de dinero es considerada ilegal.

La gran estafa bancaria no habría sido posible si a lo largo de la historia no se hubieran producido artimañas políticas para proporcionar a los bancos ese poder. Ya hemos visto cómo se crea el dinero en la actualidad y con qué fin, de manera que si queremos cambiar el modelo económico tenemos que entender que el dinero sin interés debe ser creado directamente por los Estados y no por los bancos. La creación del dinero es algo demasiado importante y debe ser siempre de ámbito público.

¿Cómo es posible que los bancos puedan prestar más dinero del que tienen?

Como todas las cosas en el mundo, cuanto más dinero existe menor es su valor y viceversa. El valor del dinero depende únicamente de su cantidad. La idea de respaldar al dinero proviene de la necesidad de fabricar la cantidad justa para permitir el comercio con cada vez más bienes y servicios sin que se devalúe.

Sin embargo, respaldar el dinero tiene un inconveniente que debemos considerar y es que si se hace por ejemplo en base a un metal precioso y existe alguna forma de que alguien pueda hacerse con toda la cantidad o una parte considerable, quien controle dicho metal tendrá el control de la economía y eso es lo que no se debe permitir, pues la riqueza debe pertenecer a todo el mundo y para ello debe obedecer a una distribución justa.

Para que una economía global sea sana, el poder adquisitivo del dinero, es decir su valor, debe permanecer constante, por lo que su cantidad debería regularse en base al incremento o decremento de la población mundial y su actividad. Nuestro modelo económico crea cada vez más y más dinero sin control alguno, provocando una inflación continuada, entre otras cosas para dar a entender a la sociedad el falso hecho de que el dinero necesita un respaldo físico, ¿y qué mejor respaldo que el oro que los bancos ya poseen? Lo que de verdad importa en el dinero es su cantidad y quien lo controla.

El arma más mortífera que los bancos utilizan para provocar que el dinero pierda valor es el método de la reserva fraccionaria que debe ser eliminado. Los bancos sólo deben poder prestar el dinero de que dispongan y no más, y si un nuevo modelo económico vigila la integridad del dinero mediante un respaldo, nunca debe ser algo que pueda permitir la posibilidad de ser controlado por algunos.

¿Cómo se puede cambiar el modelo económico sin pasar por una calamidad?

¿Cómo se puede cambiar el modelo económico sin pasar por una calamidad?

Como hemos dicho antes no es un problema difícil de entender sino difícil de asimilar y si la gente no quiere creerlo no hay solución que valga, no importa que la explicación sea matemática ni cuanto esfuerzo se ponga en ella.

La reacción más común ante un problema de esta magnitud es rechazarlo, ignorarlo o buscar argumentos para refutarlo y aún viéndolo con claridad muchos no lo aceptarán, y no es de extrañar porque cuestionar el propio sistema no es algo que se deba hacer si no se encuentran razones irrefutables y signos más que evidentes de su mal funcionamiento y deterioro.

Existe la falsa creencia impuesta por el propio modelo de que el sistema es así y nadie puede hacer nada para cambiarlo. Cada persona que entienda y acepte la verdad está en disposición de transmitirla y difundirla. Cuando un número considerable de personas entiendan que una solución sin pasar por un colapso o por una guerra es posible el modelo será sustituido. El reloj corre y debemos atacar la raíz del problema cuanto antes, porque de no ser así ya sabemos el camino que nos espera.

Vamos a destacar los puntos más importantes a los que debe atender un modelo económico basado en un sistema monetario público, transparente y libre de interés:

  • El libre intercambio de bienes y servicios entre las personas, con la intervención selectiva del Estado en determinados bienes y medios de producción.
  • Una distribución justa de la riqueza y un reparto equitativo del trabajo.
  • El respeto del equilibro entre la propiedad pública y privada.
  • La capacidad de adaptarse al entorno y a los cambios que se produzcan.
  • La virtud de que todos sus usuarios puedan velar por su integridad.
  • El potenciar la economía real y evitar que la economía financiarizada interfiera en el Estado.
  • La imposibilidad de que pueda ser controlado y utilizado para otro fin.

A continuación vamos a señalar qué puntos es necesario modificar para transformar el sistema actual en uno que obedezca a estas pautas:

  • El dinero debe ser creado sin interés, por los Estados y no por los bancos. El Estado es la única autoridad que debe poseer este poder junto los que ya se le otorgan.
  • El Estado debe controlar la cantidad de dinero en circulación comunicando a sus ciudadanos en todo momento por qué crea nuevo dinero o por qué lo destruye y con qué propósito. Los ciudadanos podrán así disponer de toda la información necesaria para vigilar la integridad del sistema, pasando a convertirse en este sentido en un sistema realimentado.
  • Los bancos privados podrán prestar únicamente el dinero que tengan en depósito, cobrando una mera tasa ahora como empresas intermediarias entre las fuentes de financiación y las inversiones que decidan llevar a cabo.

Por último, vamos a indicar el modo en que se puede realizar la transición. El proceso de cambio es delicado y por supuesto, medidas que atiendan a las pautas descritas con los mismos resultados son de imprescindible estudio:

1. El Estado toma el control completo de la emisión monetaria y crea una nueva divisa, sin interés y en principio sin respaldo alguno (esto implica el retorno a una divisa nacional (salida del euro) y, por ende, la recuperación de la soberanía monetaria).

2. El Estado, transparentemente, calcula la cantidad de nuevo dinero que se debe crear para saldar sus deudas, manda imprimirlo (esto se conoce como monetizar la deuda) y lo utiliza para pagarlo todo.

(En 1862, durante la guerra civil Americana, el gobierno de los Estados Unidos creó los llamados greenbacks, una divisa sin respaldo y sin interés que sirvió para pagar por completo la deuda nacional y las deudas privadas del país.)

Ahora surge la siguiente pregunta: ¿Y hacer eso no crearía inflación? Desde luego, se podría crear una inflación terrible ya que la moneda está multiplicada actualmente por el principio de la reserva fraccionaria, pero existen soluciones a este problema que fueron adelantadas en parte (desde distintos puntos de vista) por Friedman  y Keynes, para mantener la oferta de dinero estable y evitar inflación o deflación a medida que la deuda es retirada.

Básicamente, en un entorno de restricción del  crédito, el multiplicador monetario juega en sentido contrario a la base monetaria, de tal forma que en realidad, al final  la  cantidad de dinero disponible en la economía, no se incrementa, lo cual, en el caso que especificamos, el fenómeno de la hiperinflación es  teóricamente muy improbable. Además, en una situación de recesión, sus efectos son mucho más débiles.

3. Las inyecciones de liquidez y las compras de deuda pública se mantendrán temporalmente concentradas en las entidades financieras, lo que impide que lleguen al sistema económico y no se incremente la cantidad de dinero en la economía, provocando efectos deflacionarios.

4. Mientras el Tesoro compra bonos en el mercado con billetes, los requerimientos de reservas de los bancos locales se irán elevando proporcionalmente y así la cantidad total de dinero en circulación permanecerá constante. En cuanto los dueños de los bonos sean pagados, depositarán sus ahorros y de este modo se hace disponible la moneda necesaria para que los bancos aumenten sus reservas. Una vez que todos los bonos son reemplazados con billetes, los bancos tendrán sus reservas al 100% en lugar de una ínfima parte como sucede actualmente.

5. Llegado el momento, el Estado saldaría sus deudas.

6. A partir de aquí las bases están sentadas para la implantación de nuevas reglas que den respaldo al nuevo dinero, pero atendiendo siempre a las pautas de un sistema monetario público, transparente y sobre todo libre de interés.

Tenemos que cambiar el modelo económico mundial

Todo puede cambiar

El modelo económico actual no es algo reciente, hemos nacido y crecido con él y hemos sido educados para producir y consumir. La consecuencia de la globalización en los países desarrollados es que vivimos en una sociedad que padece fenómenos como el consumismo (consumo desmesurado) o la obsolescencia programada (las cosas se fabrican con fecha de caducidad).

Tenemos un problema muy grave y la única solución que el Estado considera viable para resolverlo es trabajar más para producir más y consumir más, porque como ya hemos dicho tampoco los políticos son conscientes de que están siendo estafados.

Bajo el modelo económico actual priman por encima de todo los intereses económicos, las empresas están obligadas a competir y a expandirse para obtener la máxima rentabilidad económica porque de no hacerlo caen víctimas de la inflación, el problema del paro no tiene solución, más aún, el modelo económico ha distorsionado los valores de la sociedad transformando el estatus social, haciendo creer a la gente que el dinero es la solución a sus problemas y que la persona más respetada debe ser la más rica. A estas alturas, tratar de buscar culpables no tiene sentido.

Los poderes fácticos y las élites financieras quieren mantenernos en la moneda única y su objetivo es la delegación de todo el poder económico bajo su dominio, que usarán para controlarnos. La falta de información sobre el tema en los medios de comunicación brilla por su ausencia y no debemos dejar que desvíen nuestra atención ni que piensen por nosotros.

La sanidad, la energía, la educación, la investigación ¿deben ser un negocio? ¿Se debe permitir que los bienes de primera necesidad como los alimentos básicos o la vivienda sean objeto de especulación? ¿Hasta cuándo podremos aguantar consumiendo recursos exponencialmente?

La lista de beneficios que la humanidad obtendría con el cambio de modelo económico sería interminable. Todo puede cambiar y de nosotros depende hacerlo, pero antes tenemos que abrir los ojos y darnos cuenta de la verdadera causa por la que debemos luchar. Por un sistema monetario público, transparente y libre de interés.

Fuente: Asociación Democracia real ya

1 comentario para Por un sistema monetario público, transparente y sin interés

  • CaRLSeTIN

    Gran artículo!, que pena que tenga tan poca difusión, a lo mejor habría que poner la foto de una tía buena para que la gente le hiciera más caso jaja.

MUY IMPORTANTE: Si vas a realizar una consulta debes leer antes toda la información de la página CONSULTAS.

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