Y con el presidente del Banco Central Europeo se equivocan todos los demás “expertos y expertas” que le siguen y también sus adversarios y quienes critican sus actuaciones o rechazan sus políticas monetarias. Porque tanto sus maniobras financieras como las alternativas que abarcan todo el espectro de fuerzas políticas se plantean dentro de un universo económico que ha dejado de existir.
Se empecinan en tomar medidas cada vez más estrictas, a la vez que buscan las causas de los errores sin ver que el escenario ha cambiado y hagan lo que hagan no servirá de nada, sino para empeorar la situación. Como dice el sociólogo Hans Harms “lo que está en crisis no es la economía, sino la ciencia económica”, es una crisis de conocimiento ante las nuevas formas del mercado y de la economía. Las medidas que toman los gobiernos no logran sus objetivos, sino los contrarios. ¿Qué falla? En lugar de entender que fracasan las medidas en sí, buscan culpables, pretenden endurecer más sus políticas económicas de recortes del gasto público como fanáticos que huyen hacia delante, incapaces de reflexionar. Pero, lo que es peor, sus contrarios y críticos hacen lo mismo con análisis complementarios aunque sean discrepantes, lo cual refuerza el error.
De la misma manera que la física Newtoniana no funciona en la realidad de la materia en su estado fundamental, sino que lo que permite entender lo que sucede a tale nivel es la física cuántica, en la economía sucede otro tanto. Ya no tiene nada que ver la economía actual con la de hace medio siglo. Como plantea el físico Niels Bohr para hacer comprensible la estructura del átomo y la mecánica cuántica “formulamos preguntas erróneas, para las cuales no hay respuestas viables”, lo cual sucede ante una realidad nueva que forma parte de otra para la que la física de Newton no funciona. Algo tan simple como entender que fuera del campo gravitatorio si cae una manzana, por ejemplo en la luna, no va a dar a la cabeza de quien esté debajo. Cambian los parámetros y los análisis. Sucede a la hora de analizar la interioridad de la materia, en la que el lugar donde está algo no depende del objeto que aparece en él, sino del observador.
Cuando se inventaron los sistemas de posicionamiento global, los GPS que indican la posición de un objeto, a partir de unas señales emitidas desde un satélite, hubo errores de manera permanente que no pudieron ser resueltos puliendo las técnicas, tampoco poniendo los mejores instrumentos al servicio del localizador, sino que tuvieron que darse cuenta de que en tales distancias hay que tener en cuenta algo que no influye en las medidas terrestres: que el espacio es curvo y tal curvatura se tuvo que tener en cuenta forzosamente para que funcionase el invento, la nueva economía sucede en un “espacio curvo”, lo que exige actuar en consecuencia.
De la misma manera la economía ha entrado en otra dimensión con la aplicación de la tecnología en todas las fases de la misma: la productiva, la distribución y el consumo, a la par que los medios de pago. Es decir ha cambiado todo, menos las políticas económicas al uso, que ya no sirven, ni tampoco el modelo monetarista ni el keynesiano, ni el marxismo tal como lo plantea Carlos.
Los modelos comunistas han desaparecido, quedando de manera aislada un régimen militar anclado en una dictadura que usa el comunismo como excusa de un estado dinástico militarizado, sin más, como es Corea del Norte. Mijaíl Gorbachov escribe en su libro “La perestroika” (reestructuración), 1988, la necesidad de un cambio ante la aplicación de las tecnologías en la industria, la agricultura, en definitiva en la economía. Ante lo cual el modelo hubo dejado de funcionar. Quiso hacer una evolución del socialismo, pera la presión de los mercados internacionales llevó, lo mismo que en China poco después y otros países, ahora Cuba, al modelo capitalista, el cual entra en crisis de manera global y no hay solución posible, porque ni la misma revolución contra él sirve ni tiene sentido, porque parten del mismo error, sólo que en direcciones contrarias.
Veamos como las políticas aplicadas de manera estricta para intentar salir de la crisis han provocado efectos contrarios a los que se pretendió. Por ejemplo la deuda en España, y de manera muy parecido en toda la zona euro, ha pasado de ser el 40% del PIB el año 2009, en el que comienza “oficialmente” la crisis, cuando en realidad es el año 2006, a este año 2016 en que la deuda supone el 100% del PIB, lo cual nos lleva de inmediato a un año vista a la bancarrota, sin modelo alternativo, aunque ya hay países que ven las orejas al lobo y empiezan a reaccionar, como es el caso de Finlandia, Holanda, India, empieza en México a darse cuenta. Se llega al colapso de la política de expansión monetaria, porque aplicada con todo rigor no funciona, únicamente como herramienta para mantener niveles de beneficios bancarios y para mantener unos conductos de transacciones de valores en la economía financiera, pero que llegado a un límite debido a la falta de respaldo de la riqueza al valor monetario, de manera que todas las cifras millonarias pueden llegar a un valor cero.
O hay un cambio de modelo o nos vemos abocados a una guerra global, ya no mundial, que destruya tanto que permita aplicar las políticas económicas al uso, que funcionarán hasta la siguiente destrucción, porque se fundamenta en el crecimiento económico, cuando una vez que este llega a su límite es necesario pasar a una economía de estabilidad y sostenible. Hoy por hoy el crecimiento económico no garantiza el empleo, más bien supone más desempleo porque su desarrollo está en aplicar tecnologías cada vez más avanzadas. Tampoco incentiva entonces el consumo, con lo cual el mercado queda bloqueado.
Vamos a desgranar algunos errores, con el fin de entender esta nueva situación. Se han invertido los procesos económicos de tal manera que hacen falta otras medidas, no queda más remedio que cuestionar las premisas que han dejado de ser tales y son creencias sin fundamento, lo cual hace mucho daño a millones de personas. Es necesario salir del error, lo cual sólo es posible desde la fuerza de los movimientos sociales, pues lo demás alternativas de la política forman parte de la inercia, que abarca de un extremo al otro y a todas las escuelas de economía que han caído en la metafísica de las especulaciones teóricas sin más.
Fijémonos que el año 2015 España, por poner un ejemplo, terminó con un déficit de un 5’1%, cuando se propuso que fuera de un 4’2%. Se han hecho recortes, se ha aplicado una política de austeridad presupuestaria, se ha vendido gran parte del patrimonio público con las privatizaciones. Supongamos que las políticas de restricciones del gasto público se hacen más estrictas, no servirán para nada. Tengamos en cuenta que parte de este déficit es el dinero público entregado a la banca privada. Lo cual es como si para dar leña a la máquina del vapor en un barco lo hago quitando madera de la estructura de la nave. Un disparate. Pero se sigue. Lo mismo que dar dinero simplemente, o empleo en las condiciones actuales, a quienes carecen de recursos: es quitar madera del barco para llevarla a las barcas de socorro. Otro dislate.
Sin buscar adjetivaciones, sin acudir a lanzar exabruptos contra la corrupción, que forma parte adherida al error económico que nos rige, veamos cuál es el proceso por el cual se contraviene cualquier medida económica.
Son tres, o mejor dos los fundamentos del error que se derivan de uno previo.
1.- El empleo no crea riqueza como antaño, sino que cuesta dinero. De esta situación deriva una parte de la corrupción, cuyo mecanismo es la medida subyacente que más adelante expongo, ya que de esta manera se ha de subvencionar y dedicar partidas presupuestarias para crear empleo, pero que dado su coste cada vez mayor es un dinero inútil porque aumenta el paro y la precariedad laboral. De esta manera políticos codiciosos y aledaños y las casas reales quieren llevar su parte y han encontrado un filón presentándose como “benefactores” con todo un entramado institucional a su disposición. Dinero para agencias de desarrollo, para empresas públicas de empleo, para cursos de formación… sin que logren su cometido, pero sí consiguen pingües beneficios a quienes lo gestionan. En gran medida dentro de la legalidad, por lo que los casos de corrupción son la punta del iceberg, de un modelo que sólo puede funcionar mediante la corrupción.
El mayor escandalo y asalto al erario público a lo largo de los últimos treinta años ha sido el Plan E llevado a cabo por el gobierno socialista: Plan Español para el Estímulo de la Economía y del Empleo. 50.000 millones de euros incluida la publicidad del mismo. Aprobado el año 2008. Una estafa hecha a conciencia a sabiendas de que no iba a funcionar. Como así fue: el paro aumentó. ¿Se gastó el dinero para este fin? Fue a parar a beneficios empresariales. Para lo cual se activó toda la red de las instituciones locales, municipales, autonómicas, del Estado. Por más que se enviaron estudios al gobierno antes de su aplicación para que analizasen sus funestas consecuencias, que se quisiera hablar con el presidente del gobierno, lo que fue imposible, a las puertas de la Moncloa, por la que entraron los banqueros para pedir su parte del pastel. Se hizo publica la carta enviada al ministro de economía (Diario de León, 30 – XII – 2008)
El empleo más allá del que necesita el mercado laboral absorbe la riqueza de un país. Es decir: ya no crea riqueza, de manera que el empleo sale caro. De ahí que todas las políticas enfocadas en crear empleo se equivocan, pero se insiste en el error.
Por ejemplo ha llevado a fuerzas como Podemos e IU votar a favor de fabricar de barcos de guerra para Arabia saudí en Cádiz y el Ferrol, gobernando las “fuerzas del cambio” los respectivos ayuntamientos, para hacer corbetas para Arabia Saudí. Lloran como plañideras contra la guerra y sus consecuencias (muertes, desplazados, odio, etc.), pero por otra hacen negocio con la misma, por una errática política para crear y mantener el empleo, que por otra parte hace que aumente el desempleo en otros sectores. Lo mismo con las subvenciones al carbón. El dislate se produce cuando en las negociaciones para intentar formar gobierno el partido “Podemos” lo hace a costa de las subvenciones a los parados, regateando por debajo del umbral de la pobreza, en contradicción con la carta Social de la Unión Europea que establece que nadie de la UE podrá disponer de un subsidio, pensión o ayudas por debajo del umbral de la pobreza, 648 euros.
2.- Ya he hablado sobre el pluscapital, que es sobre lo que funciona la economía actual y es lo que expande la pobreza y la falta de recursos para la ciudadanía, amparada su práctica en la creación de empleos que nunca llegan ni se va a conseguir, sino lo contrario, como viene sucediendo. Ya no es el capital inversor el que impulsa las inversiones, sino que debido a la confluencia del modelo keynesiano y el liberalismo, el dinero público es con el que se contrata a empresas privadas, cuando el dinero público, ha de ser para empleos públicos.
Se vacían las arcas de los estados, se usurpa el dinero del común, el que es de toda la ciudadanía, para convertirlo en beneficio empresarial. Ha dejado de ser la plusvalía lo que se lleva el empresario del trabajo del obrero para su beneficio, sino que se lo lleva de todas las personas y de quienes dejan de recibir prestaciones ante las políticas de ahorro, para poder generar pluscapital, que repito: es el dinero con el que las instituciones contratan a empresas privadas.
En este proceso se ha creado una cadena de empresas intermedias que se llevan su parte, desembocando en una economía de la corrupción, cuyos casos se suceden sin parar. Pero es que la misma economía y su motor, el pluscapital, es corrupción. Se ampara, insisto, en la creación de empleo, en impulsar el crecimiento económico, en poner en marcha inversiones. Todo lo cual ya no sirve para nada. Y menos las condiciones de bajar o subir los tipos de interés, cuyo único efecto es sostener las cotizaciones del mercado de valores en la Bolsa. Un mercado cada vez más virtual porque el mercado de valores cada vez se supedita más las influencias y presiones mediáticas, lo que lleva a la corrupción del valor de las empresas, de ahí los casos de empresas de automóviles que han falsificado sus datos sobre la contaminación, o presentar cuentas ficticias para mantener artificiosamente las cotizaciones.
Sucede que empresas como grandes superficies comerciales o cadenas hosteleras expanden sus negocios sin que sea como consecuencia del incremento de beneficios por la venta de sus productos. Les basta con no perder o que sean pocas las pérdidas, porque ganan al abrir nuevos centros que es lo que cotiza en los mercados de valores, lo cual aboca a no tardar a la devaluación monetaria que puede llevar al derrumbe del valor del dinero, que puede suceder de la noche a la mañana, porque no se sustenta en valores sólidos ni en un mercado de mercancías, sino sólo de valores en abstracto que funciona por inercia. Lo cual puede llevar al caos si no se previene y se evita seguir por este camino al abismo. El capital financiero cada vez se aleja más del productivo.
Hoy sólo es posible una economía de estabilidad. Los caminos para la recuperación que practican los gobiernos, bajo las directrices del Banco Mundial y el FMI, ahondan y profundizan en la crisis, porque son los que lo han motivado al empecinarse con el crecimiento económico y la creación de empleo. Estos parámetros ya no sirven. Por lo cual las políticas monetarias de modular los tipos de interés no funcionan. Ante tal constatación cada vez se acumula más dinero en los bancos a través de los “rescates”, lo cual lleva al desastre desde el punto de vista social.
Quienes se han beneficiado de estas políticas y de un enriquecimiento desequilibrado llevan su capital a Paraísos fiscales para evitar que sea controlado, pero también como refugio ante un panorama desolador. Ha saltado a los medios de comunicación la información sobre los papeles de Panamá, pero hay muchos otros países dedicados a la evasión de capitales, no sólo fiscal. Lo cual desarma cada vez más la economía de acumulación y de desigualdad, que hace que se expanda la pobreza, sobre la cual se actúa despojando cada vez más de sus derechos a los trabajadores, a los desempleados y estudiantes, cuyos recortes sociales se traspasan a beneficios empresariales. Cuando no haya dónde recortar ¿qué hacer? Nos acercamos a tal momento.
Ha aquí que llegamos a la base del error, a la transvaloración del proceso económico, tomando un término de Nietzsche, según el cual el eje sobre lo anteriormente indicado funciona. Si somos capaces de verlo podemos atisbar la solución posible. Veamos como ha sucedido.
Durante la economía industrial (newtoniana), que tan concienzudamente analiza Karlos, los salarios formaron parte del coste del producto. El precio lo marca la relación de la oferta y la demanda. Con el paso del tiempo se ha hiperdesarrollado esta relación al convertirse la demanda misma en una industria, creándose la oferta de la demanda en un metamercado a través de la moda, la publicidad o eventos deportivos y musicales que generan una industria paralela de indumentaria, objetos y servicios. La demanda en sí se produce y es una mercancía en gran medida. Esto hizo que se viera el crecimiento económico como más allá de la necesidad que provoca la demanda. Da lugar a la sociedad de consumo.
A partir de los años 90 se incorpora la informática a los procesos de producción, de distribución y de consumo, con lo que la tecnología multiplica su acción para entrar en la era de la automatización (cuántica), por la cual no se acompaña de creación de puestos de trabajo. Se ha venido a decir que fabricar tecnología es lo que crea empleo y de ahí el esquema baladí de I + D (investigación y desarrollo) como motor de la creación de puestos de trabajo, lo cual sería cierto si se usara una tecnología o un programa informático y se desechase una vez se hubiera utilizado, pero continua su uso y se expande sin apenas coste, pues se basa en reprogramar. Entramos en una nueva economía (cuántica) cuyo funcionamiento es muy diferente, por lo que los modelos al uso (newtonianos) no funcionan por más que se insista, por mucho que se apliquen de manera estricta, por muchos malabares que se hagan con las políticas monetarias.
Insistir en esta política económica ha llevado a la inversión del proceso económico. Lo cual ha perjudicado a una parte de la población, a la que se ha dejado en la estacada y el sufrimiento: embargos, hambre, desalojos, pérdida de poder adquisitivo, sin coberturas sociales. Pero la economía de los que se han beneficiado de este proceso, lo que llaman la macroeconomía, se ha visto menos afectada porque la economía entró en un mercado global con la incorporación al mismo de la antigua Unión Soviética y China, así como el despegue de países en vías de desarrollo. La demanda global y la oferta global creó un marco ficticio, pero que ha servido para mantener la economía financiera en un equilibrio inestable, pero sobre el que se han ido obteniendo beneficios cada vez mayores. Sucede que el crecimiento global se estanca. ¿Qué hacer? Como dijo Einstein “los problemas no se pueden solucionar con las mismas ideas que los provocan”, que es lo que se está haciendo.
Pero hay algo que es adonde desemboca todo este proceso que alimenta el error, el cual lleva a incrementar el paro cuando se toman medidas para crear empleo o que aumente la deuda cuando se aplican recortes, criterios de austeridad y políticas de ajustes. No sólo es que perjudiquen a un sector de la población, sino que es que no funcionan. Y quienes critican estas políticas cometen un error similar, de manera que sus propuestas hacen que sea peor el remedio que la enfermedad. O simpleces como salir del euro, dejar de usar el dinero en una economía de intercambio y demás.
La clave está en algo que ha pasado desapercibido a los economistas, cosiste en que ha habido un deslizamiento de todo el proceso económico hacia una inversión de capitales a través de los estados que, de manera general, se ha querido ver como un ajuste para evitar la crisis con el incremento imparable de la deuda pública, que entró en una huida hacia delante, pero se llega a un callejón sin salida, porque esto es precisamente la crisis.
La reforma laboral aplicada de forma global en todas las economías es un intento pírrico de sujetar lo que se escapa de las manos. Podemos coger una manzana, pero no un haz de electrones. Podemos saber cuál es la posición de una montaña, pero no la de una partícula subatómica, por el principio de incertidumbre de Heisenberg. Ha sucedido un cambio de orden sustancial en las relaciones económicas, como es que en la economía industrial (newtoniana) los salarios formaron parte del coste del producto o de un servicio.
Prestad atención a la explicación, porque tiene consecuencias muy graves desde las políticas económicas al uso y que se presentan como alternativas. La tecnología y la globalización hacen que el empleo pierda su masa, lo que en la física cuántica sucede con el fotón, que es una partícula, la de la luz que que carece de masa. Si un objeto lograra moverse a la velocidad de la luz perdería su masa, pero volvería a recuperarla al bajar la velocidad. La relación entre energía y masa (materia) es por una constante, la velocidad de la luz al cuadrado: c2 = E / m o lo que es lo mismo E = mc2. De la misma manera cuando el empleo pierde su masa, su fuerza productiva debido a la tecnología y a la globalización, necesita mantener su relación con la economía a través de una constante, que finalmente veremos cuál es.
Cuando no se atiende a la proporción indicada en física la partícula se desintegra. Y en la economía se destruyen los mercados y con ellos el tejido productivo, como está sucediendo en todas las regiones de España y del mundo. ¿Cómo sucede? Al aplicarse políticas económicas erróneas se ajusta un proceso corruptor, que no sólo ha llevado a casos de corrupción, como veremos, sino al caos económico y que para resolver la crisis ésta se agudiza, se hace crónica y cada vez se aplican medidas de ajuste con más intensidad y cada vez solucionan menos. Sucede en Grecia, que han querido aplicar medidas de protección social que fracasan porque buscan salir de la crisis a través del empleo social, pero es que llega un momento en que da lo mismo que los puestos de trabajo sean sociales o formen parte del mercado laboral.
¿Por qué? Porque los salarios han dejado de ser parte del coste de las empresas y en su lugar se han colocado los beneficios, camuflados en querer crear puestos de trabajo. Gorbachov se da cuenta de que la aplicación de la tecnología en los medios de producción acaba con la mano de obra. Como no puede trasladar el coste a los beneficios lo hace al Estado que engulle el dinero con la carrera armamentística que iba encaminada a estallar. Y frena. Pide una reflexión: perestroika y glasnost (reestructuración y transparencia), pero ese parón lo aprovechan los grandes capitales ya instalados en el aparato del partido comunista y dan un golpe de estado para trasladar el modelo soviético al capitalismo, lo que arrastrará a que China hiciera lo mismo pero internamente, controlando desde el estado la política financiera, pero llegó un momento en que se desbocó y el Partido Comunista Chino se convirtió en el vigilante del mercado capitalista chino, cuyo déficit interno lo compensó con la exportación de trabajadores y de comercios a lo largo y ancho del mundo, a parte de acaparar fuentes de materias primas y de energía, lo que ha llevado a guerras locales en países con petróleo o materiales estratégicos.
Todo esto lo ha provocado el error grave de convertir los beneficios empresariales en un coste empresarial, de manera que sin coste salarial la economía (no sólo el capitalismo) abre las puertas a la precariedad, a la temporalidad mientras que el producto o servicio, la mercancía, adquiere el precio en la oferta y la demanda global. En la economía industrial cuando se restan los costes a las ganancias se obtienen los beneficios. En la economía tecnológica los beneficios son previos, parte de éstos se reparten a una parte en salarios, bajos por la creciente demanda laboral, que ya no es un coste, sino un producto, en torno al cual se forma una empresa para crear puestos de trabajo, lo cual se paga con incentivos fiscales, cesiones de terrenos o subvenciones o contrataciones publicas. De esta manera se forma el pluscapital.
Las consecuencias son la perdida de fuerza del movimiento obrero, la incapacidad sindical para actuar y sí llevarse una parte del pluscapital, subvenciones, para mantener una estructura inoperante y a su vez reforzar las medidas de inversión por ser la coartada para mantener las subvenciones destinadas a reindustrializaciones imposibles y mantener puestos de trabajo costosísimos, que al no formar parte del coste empresarial sino de sus beneficios el pluscapital se incrementa.
La gestión del pluscapital lo que hace es crear una red de intermediarios que cobran su parte mediante comisiones establecidas y porcentajes, que forma parte de los beneficios obtenidos por el empresario o grupo de accionistas que invierten en futuras contrataciones públicas. Es ésta la nueva mano invisible del capitalismo, pero no para ordenar el funcionamiento del capitalismo, sino para hacer que no se vea que cogen el dinero de toda la sociedad disfrazándose de “creación de empleo”.
Un ejemplo de esto es la red empresarial de Nóos, diseñada por Urdangarín, que llegó a no necesitar empleados, que les colocaba nominalmente para recibir la subvención, según ha declarado y ni llevar a cabo muchos proyectos, que bastó con presentarlos para que las instituciones se lo pagasen con dinero público. ¡Y funcionó! De no ser por la crisis (inevitable) hubiera sido un ejemplo laureado y aplaudido. Como otros hubiera sido nombrado Doctor Honoris Causa de muchas universidades. Todos los casos de corrupción siguen este esquema, ¿qué los hace ilegales? La desfachatez o sacarlos a la luz por alguna vendetta. 50 millones de euros empleados en el Plan E para crear empleo y dinamizar la economía, hizo que aumentase la tasa del paro.
Se usó el dinero público para repartir beneficios empresariales. Fue legal. Un ejemplo: 180.000 euros para pintar un dibujo de juegos en el patio de un colegio que cinco años antes hicieron las madres y padres con maestras y maestros de un centro con un coste de 300 euros. Se pagó a tres obreros por quince días de trabajo que lo hicieron en dos, en total 1634 euros. ¿El resto? ¡Beneficios! 480.000 euros por arreglar puertas y ventanas, que se supuso que las cambiarían, ¡qué va!, se pintaron, ajustaron y poco más. Etc, etc…Y el colmo que riza el rizo es que quienes han denunciado los casos de corrupción a los tribunales lo hicieron como chantaje, como un negocio, de manera que hasta las manos limpias están sucias.
Para formalizar esta situación aberrante hay una propuesta del partido Ciudadanos, diseñada por la banca, que venden como su aportación social, cuando es la construcción de un modelo de explotación sin vuelta atrás que se habrá de mantener por la fuerza bruta. Es una propuesta económica que resulta engañosamente atractiva: El Estado, o la administración correspondiente, pagará lo que falte al salario para llegar a un mínimo, o sea que paga al empresario y devalúa el salario al máximo, con incentivos fiscales sobre los beneficios empresariales.
De esta manera los ejecutivos de la banca que lo han diseñado y contratado al partido “Ciudadanos” para que lo saque adelante lo que pretenden es congelar la crisis y evitar que avance, sin advertir que una economía que desarrolla su producción, aunque sea ficticia y estanca al mismo tiempo la demanda acaba por estallar en un conflicto social, que ellos pretenden justificar y desviar por el tema del nacionalismo, lo mismo que los partidos independentistas que lo que hacen es crear una válvula de escape a una presión económica sin salida. El problema de esta dramaturgia es que puede costar muy cara en vidas humanas.
Desde el punto de vista económico la única solución es establecer una constante que equilibre la masa cero del empleo con la oferta y la demanda. Desde la economía política se tienen que orientar las políticas económicas de los gobiernos y del Banco Central Europeo. Dicha constante es la Renta Básica, que es un mecanismo de adaptación de la economía a la tecnología y a la globalización, que marca los límites de la sostenibilidad para no trasgredir lo que es un peligro inminente como el deterioro del equilibro de la naturaleza, cuyo efecto de cambio climático apunta a un daño irreparable a nivel mundial, como van sucediendo desastres cada vez más frecuentes.
La Renta Básica es el resultado de una teoría económica, la Teoría Alternativa, que fue editada el año 2003, como desarrollo del manifiesto “La revolución del paro” editado por Los Verdes que es el primer libro sobre la Renta Básica en España, febrero de 1998. El fundamento de la Renta Básica es una teoría económica que luego se podrá aplicar desde posiciones políticas que da lugar a apellidarla “de los iguales”, “de los justos”, “de los seres libres” y demás, pero sus fundamentos establecen las bases para la perestroika del capitalismo, un cambio necesario para que la economía funcione, la economía, no el capitalismo que ha quedado desfasado y desbancado, no puede funcionar por sí mismo, lo mismo que tampoco el modelo comunista. Es un problema de civilización.
La Renta Básica es un estabilizador para cohesionar una economía estable, de manera que el dinero público, que es de toda la ciudadanía, esté en sus manos, para conseguir activar la demanda marginal y que se mantenga un mercado real, tanto de productos como de valores, en una economía que no puede basarse ya en el crecimiento al no ser éste posible y mucho menos que funcione en relación al empleo. Desde una interpretación política plantea la socialización de una parte de los medios de consumo, de manera que integre a todas las personas y se estabilicen las relaciones económicas del mercado, tanto en la economía productiva como en la financiera. Cualquier otro planteamiento se convierte en un saqueo de las arcas públicas, como ha venido siendo sin que esto pueda continuar. Las cifras de los beneficios serán menores, pero más sólidas y reales, pues de otra manera su masa monetaria puede llegar a valer cero si continúa en esta trayectoria y se producirá el colapso.
Por este motivo la Renta Básica no puede ser vista como dar dinero a la gente sin más, de manera universal e incondicional, sino que siendo de esta manera es una forma, la única posible, de organizar el dinero público, el que que hay, ni más ni menos que el que hay, sin que haga falta para la creación de empleo, lo cual paradójicamente, supone un ahorro y desde el punto de vista económico y social es más eficiente.
La Renta Básica es posible y es necesaria, por ello no es utópica, sino una herramienta de la economía real, sin la cual va a seguir sin funcionar. No podemos salir de la crisis, pero sí del modelo que ha entrado en su crisis final, que carece de continuación si no es mediante guerras y así sólo en un tiempo breve.
Cuanto más tiempo se tarde en aplicar las conclusiones de la nueva teoría económica más catástrofes provocará el error y no vale decir que quien tiene boca se equivoca, porque como diría mi padre “y quien tiene culo sopla”.
- Autor: Ramiro Pinto (Escritor y activista en defensa de la Renta Básica)
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