Los recortes consisten en que los ricos roban a los pobres

El alcalde de Marinaleda y parlamentario de Izquierda Unida está convencido de que, ante las medidas del Gobierno, hay que rebelarse «mejor» y «con más ganas».

Los recortes consisten en que los ricos roban a los pobres

Nadie diría que ya tiene 63 años y que resultó elegido alcalde de Marinaleda (Sevilla), con treinta, allá por el año 79 cuando era profesor de historia en un Instituto.

Juan Manuel Sánchez Gordillo participó en la creación del Sindicato de Obreros del Campo o de la Candidatura Unitaria de Trabajadores.

El propósito de los jornaleros es aprovecharla «para el turismo, la agricultura ecológica y ofrecer empleo de forma parecida a como hicimos en Marinaleda, a través de la industria agroalimentaria, con la transformación de productos ecológicos».

También a Marinaleda, aquel antiguo confín de campesinos reconvertido en ayuntamiento y en utopía asamblearia, está llegando la crisis.

Durante el actual conflicto de la minería, los jornaleros andaluces han visto las barbas del vecino puestas a remojo, cuando en Andalucía y en Extremadura existe una forma de subsidio agrario, conocida popularmente como el Plan de Empleo Rural (PER) aunque haya recibido otras denominaciones, que recuerda en parte a las subvenciones mineras.

Ahora, hay quien piensa que esa paz social está en peligro: «Se rumoreó que determinadas prestaciones agrícolas iban a eliminarse, pero no se les ha tocado. En el campo, a los mayores de 52 años, por ejemplo, se les da un pequeño subsidio para que no tengan que buscar peonadas como los jornaleros más jóvenes.

Sigue siendo un verso libre en Izquierda Unida, aunque no faltó quien apostara porque Sánchez Gordillo abandonaría la coalición cuando se negó a secundar el pacto de gobierno entre dichas siglas y el PSOE de Andalucía, durante el pasado mes de mayo.

Si el Gobierno no gobierna, los de Izquierda Unida desapareceremos del mapa. Claro que esa actitud mía provoca que esté un poquito castigado de puertas para adentro. Antes, yo llevaba la portavocía de Agricultura, de Sanidad y Vivienda y ahora no tengo ninguna.

No puedo intervenir en la tribuna de oradores porque no soy portavoz de nada. Pero sigo siendo un diputado de la calle, estoy en las manifestaciones, en los desahucios; estoy con el 15-M cuando ocupan viviendas vacías y ahora estoy ocupando fincas.

En los últimos tiempos, Sánchez Gordillo se mantiene en contacto permanente con Julio Anguita, con quien ahora se reúne «periódica y sistemáticamente».

Él ha estado siempre muy en contra del pacto y mucho más, después de la aplicación de los recortes. Él dice que hemos pasado la raya y que Izquierda Unida ha cavado su propia tumba. Él plantea una alternativa global contra todo esto porque entiende que el problema ya no sólo estriba en que pueda desaparecer el Estado del bienestar sino el propio estado o la civilización occidental.

Sánchez Gordillo cree de firme en una plataforma amplia que buscara respuestas comunes más allá de las recetas del capitalismo, que se han revelado como poco eficaces en estos momentos cruciales: «Lo que sería bueno -afirma- es que Izquierda Unida despertara y si despierta una parte del PSOE también sería bueno, pero de alguna manera eso de pasar a sentirnos parte del Estado para paliar la crisis es caer en la trampa de hacer el recorte más pasable. Yo no quiero que me maten cruenta o incruentamente, lo que quiero es que no me maten. Esto es terrorismo económico de primera magnitud».

Ver noticia completa en Diario Público

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *