Rajoy, ahora a dos meses de las elecciones generales, se disfraza de estadista para sacar votos, igual que Rivera, con el discurso patriotero de los que defienden la pulserita de España y polo Lacoste y se llevan las cuentas a Suiza.
Todo ello ante la propuesta lanzada por los partidos que defienden la independencia en Cataluña, que legítimamente han obtenido la mayoría absoluta, pero que no deja de ser una mera declaración con fines políticos pero inviable jurídicamente.
Ahora, después de cuatro años de legislatura, en los que a Rajoy y al PP no le ha temblado ni un segundo la mano para aplicar el rodillo de su mayoría absoluta para rescatar a los bancos con miles de millones de euros (aplicando la reforma bipartidista hecha con el PSOE del Art. 135), para generar el mayor grado de paro y precariedad laboral que jamás ha sufrido la gente de este país, para permitir la estafa de las grandes compañías eléctricas a costa de cientos de miles de hogares que no pueden calentarse en invierno, para permitir y amparar cientos de miles de desahucios de familias empobrecidas frente a hipotecas abusivas, para desmantelar servicios públicos básicos como la sanidad y la educación, para mirar hacia otro lado con la violencia de género, para tapar toda la corrupción generada en torno a su modelo de partido y sus gobiernos, para impedir un cambio de modelo energético o una defensa real del medio ambiente, para… tantas y tantas tropelías cometidas contra el 90 % de la gente con el único objetivo de defender a los suyos.
Ahora, cuando nunca en estos cuatro años planteó ni un sólo Pacto de Estado para solucionar estos graves problemas de la gente de la calle, que ha tenido que emigrar o malvivir para salir adelante. Ahora, cuando falta dos meses para unas elecciones generales que le tienen en un alambre, ahora, azuzado por el poder mediático, cultural y económico que lo sostiene, quiere erigirse en el dueño del sentimiento españolista para enfrentarlo al catalanista de la otra parte, y así sacar rédito electoral sin importarle las consecuencias para el propio Estado español.
Pues miren, dicho por alguien que no tiene ningún sentimiento nacionalista, pero que le encanta la diversidad cultural y lingüística del Estado español, lo que está claro, porque así lo dicen todos los estudios, es que a la opción independentista que ya existía en Cataluña se le ha sumado mucha gente durante estos cuatro años de gobierno del PP.
Unos, como salida frente a las políticas de un Gobierno que se ha empeñado en empobrecer a la mayoría de la gente y de querer «españolizar» con sus rancios valores. Otros, como Mas, que nunca fue independentista, como estrategia política. Da igual las razones, el asunto está como está y la estrategia frentista del PP, Ciudadanos y en menor medida del PSOE, puede generar votos fuera de Cataluña, pero lo único que conseguirá es ampliar la base social independentista y generar enfrentamiento.
Seamos sensatos, las cuestiones de soberanía sólo se han solucionado de dos maneras a lo largo de la historia: o por la fuerza armada o a través de un proceso democrático. Ya que la opción de llevar los tanques a defender la integridad territorial sólo pueden quererla los nostálgicos del caudillo, lo recomendable es hablar y negociar y finalmente propiciar una consulta vinculante en Cataluña, para que sus ciudadanos/as opten entre la independencia u otro encaje jurídico que represente, desde la fraternidad, la realidad de nuestro Estado plurinacional. El ejemplo nos lo ha dado Reino Unido, donde un primer ministro conservador -tanto o más que Rajoy-, permitió a los escoceses votar su estatus jurídico -optando éstos, por cierto, por no ser independientes-.
Y dicho ésto, por favor, dejen de usar políticamente este asunto para tapar todas las vergüenzas e injusticias que han cometido durante estos cuatro años. Hagamos un #PactodeEstado, sí, pero para rescatar a la ciudadanía, ayudar a trabajadores, autónomos y empresas, redistribuir la riqueza y permitir que todo el mundo viva con dignidad.
Muchos estamos hartos de este tema, igual que en su día estábamos hartos de la polémica en torno a Euskadi. Sé que el dúo PP-Ciudadanos hará todo lo posible porque este tema sea central hasta el 20-D, pero muchos otros no dejaremos de poner el foco en la necesidad de hacer otras políticas destinadas a mejorar las condiciones de vida y los derechos de la inmensa mayoría de la gente.
- Autor: Enrique López Sánchez – @Enriq_Lop
- Fuente: Página Abierta
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