Los indignados llevan cinco horas haciendo sonar latas, sartenes y botes frente a las oficinas centrales de la entidad financiera.
Alrededor de un centenar de indignados mantiene unacacerolada ininterrumpida desde las ocho de esta mañana ante la sede de La Caixa en la avenida Diagonal de Barcelona, donde muchos automovilistas que circulan, incluidos conductores de los autobuses municipales, se suman a la protesta haciendo sonar sus bocinas.
Un gran despliegue policial se mantiene en todo el perímetro de la sede de La Caixa, en cuya puerta principal se han formado colas de personas que tienen que hacer gestiones en su interior y son identificadas antes de entrar.
La intención del movimiento de indignados, que anoche levantó su campamento de la plaza de Catalunya, es permanecer todo el día haciendo una cacerolada permanente ante la sede de la entidad.
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