Joan Ramon Sanchis Palacio es Doctor en Economía de la Empresa, Investigador del Instituto Universitario de Economía Social y Cooperativas IUDESCOOP de la Universidad de Valencia y Profesor Titular de Universidad del Departamento de Dirección de Empresas Juan José Renau Piqueras adscrito a la Facultad de Economía.
Es además autor de varios libros, el último de ellos titulado «La banca que necesitamos«, en el que el autor analiza la influencia que ha tenido el comportamiento y la evolución de las entidades financieras en el desencadenamiento de la actual crisis en España, y cómo estas podrían contribuir a su superación.
En «La banca que necesitamos» también analiza como era el sector financiero antes de la crisis, la banca que provocó la crisis, la que nos impide salir de ella y la existencia de una banca alternativa (banca ética), dándonos las calves de como debería ser esa banca que necesitamos, la cual debe estar orientada a conseguir una economía saneada y una sociedad justa.
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A continuación os dejamos la entrevista que ha concedido a Economía Zero:
El libro que acaba de publicar tiene por título La Banca Que Necesitamos. La primera pregunta es obvia: ¿cuál es la banca que necesitamos?
Para responder a esta pregunta, primero habría que contestar cuál es la banca que no necesitamos: no necesitamos una banca especulativa y opaca cuyo único objetivo es la maximización del beneficio económico aún a costa de abusar de sus clientes y de sus depositantes y ahorradores.
Por tanto, la banca que necesitamos ha de ser una banca socialmente responsable, una banca dispuesta a sacrificar una parte del beneficio económico por el beneficio social. Y frente a la especulación, necesitamos una banca dispuesta a financiar las actividades productivas, a los emprendedores, a las microempresas y a las Pymes. Solamente así podremos salir de la crisis económica en la que nos encontramos.
¿Y qué características ha de tener esa banca socialmente que necesitamos?
Sus principales características son la transparencia, la democracia y la solidaridad. Es una banca que explica con claridad a qué destina los depósitos de sus clientes, es una banca que funciona a través de los principios de la democracia directa y es una banca que financia proyectos de protección del medio ambiente y proyectos sociales. Esta banca socialmente responsable puede tomar la forma de banca ética y de banca cooperativa; ambas formas son a la vez complementarias.
¿Existe la banca ética en España?
Su implantación en España es escasa porque desde la Administración Pública no se la ha potenciado. Sólo podemos hablar de dos casos de banca ética en España: Triodos Bank, un banco ético holandés que en forma de sociedad anónima opera en España y que durante estos años de crisis ha tenido un crecimiento espectacular en su número de clientes y de depósitos; y Fiare, un banco ético en forma de cooperativa de crédito resultado de la cooperación entre la Banca Popolare Ética italiana y una red de organizaciones españolas de la Economía Social. Sería deseable, por una parte la consolidación de estas dos entidades, pero también la posibilidad de que surgieran nuevos bancos éticos en España. De hecho, en el norte de Europa está fuertemente implantada desde hace ya muchos años.
¿Cuál es la situación actual de la banca cooperativa en España?
La banca cooperativa está sufriendo también las consecuencias negativas de la crisis bancaria. Los procesos de fusiones que se están produciendo también en este subsector está reduciendo sensiblemente el número de entidades, lo que en muchos casos supone el abandono el modelo de banca de proximidad que las ha caracterizado desde sus inicios.
La banca cooperativa surgió para dar respuesta a las necesidades de financiación concretas de colectivos determinados como las cooperativas agrarias, los profesionales y las pequeñas y medianas empresas y tradicionalmente se ha basado en un modelo de banca local dirigida a dar respuesta a las necesidades específicas de sus socios-clientes. El aumento de tamaño puede suponer el abandono de este modelo, por lo que se hace necesario tomar medidas para evitar que esto siga sucediendo.
¿Qué grado de responsabilidad ha tenido la banca en la crisis actual?
La banca española es uno de los principales responsables de la crisis financiera de España junto con los grandes grupos constructores e inmobiliarios al generar la burbuja inmobiliaria que tras su estallido ha provocado la crisis económica actual. Durante los años anteriores a la crisis se dedicaron a prestar dinero de manera descontrolada a través de una mala gestión del riesgo. Sin embargo, no se le están exigiendo responsabilidades como sí se les exige a los ciudadanos a través de los recortes públicos y la pérdida de poder adquisitivo.
Además, la gran banca se está beneficiando de esta crisis pues están aumentando aún más su poder de concentración. La banca convencional ha conseguido ya sus dos principales reivindicaciones: la desaparición de la banca pública (que consiguieron a principios de los años noventa con la privatización de Argentaria y su posterior venta a uno de los principales grupos bancarios españoles) y la desaparición de las cajas de ahorros a través de su transformación en bancos, algunos de los cuales han tenido que ser saneados con dinero público.
Durante los últimos 4 años se ha llevado a cabo una reforma del sistema financiero español. ¿Qué opinión le merece dicha reforma?
La reforma bancaria ha consistido en aumentar el grado de capitalización y de porcentaje de recursos propios de los bancos para evitar situaciones de insolvencia y en incrementar el tamaño de los bancos a través de las fusiones. Sin embargo, no se están afrontando los verdaderos problemas de la banca en España: su carácter excesivamente especulativo, el abuso sobre clientes y ahorradores y su opacidad.
Además, las medidas que se han tomado están siendo contradictorias porque en este momento están impidiendo que los bancos concedan créditos al sistema productivo, lo que nos impide salir de la crisis. Los bancos están más preocupados de capitalizarse, fusionarse y dotar provisiones ante las elevadas tasas de morosidad (tasas que se sitúan ya por encima del 12%) que de prestar dinero a emprendedores y empresas. Por otra parte, se hace necesaria una reforma que penalice los comportamientos especulativos y de abuso de los bancos, apoyando así una banca socialmente responsable.
¿El rescate bancario era necesario? ¿ha dado resultados?
El rescate bancario ha supuesto para los españoles más de 60.000 millones de euros, lo que se ha traducido en recortes masivos en sanidad, educación y servicios sociales. En la actualidad tenemos una banca intervenida que ha costado al erario público 41.000 millones de euros (unos 20.000 millones solamente para Bankia), que el Gobierno no sabe qué hacer con ella. Posiblemente acaben vendiéndola a otros grupos bancarios como se hizo con la CAM y con el Banco de Valencia, lo que supone la socialización de pérdidas privadas.
Mientras tanto, se sigue sin canalizar los créditos del ICO hacia los sectores productivos. Es muy difícil para los ciudadanos, a los que se les está exigiendo enormes sacrificios (más impuestos, menos salarios y menos pensiones) entender lo que está pasando con la banca en este país. Si el dinero del rescate bancario se hubiera dirigido directamente a la economía real (emprendedores, microempresas y Pymes), los efectos sobre la economía hubieran sido mucho más positivos. Mientras tanto, las redes de sucursales de la banca intervenida podría utilizarse como banca pública para canalizar los créditos a las familias y las empresas.
¿Qué podemos hacer los ciudadanos para apoyar la consolidación de una banca socialmente responsable en España?
Podemos actuar como consumidores socialmente responsables, basando nuestros criterios de elección de un banco, no solamente en aspectos económicos (tipos de interés y comisiones) si no sobre todo en tomar conciencia sobre el uso que los bancos hacen de nuestro dinero: a dónde destinan los bancos el dinero que depositamos en sus cuentas, lo que exige una total transparencia.
De esta manera podemos penalizar a aquellos bancos que realizan operaciones especuladoras y que se dedican a financiar actividades como la fabricación de armamento o la deslocalización de la industria; y apoyar a los bancos socialmente responsables. Se trata de acciones individuales pero que al sumarlas pueden tener resultados sorprendentes. Cada vez son más las personas que depositan sus cuentas en bancos socialmente responsables; hemos de seguir por ese camino.
Sin embargo, muchos ciudadanos siguen confiando en sus bancos, en los que han contribuido a la crisis. ¿Cómo se explica esto?
Básicamente por una falta de cultura financiera y porque desconocen la existencia de otro tipo de banca como es la banca socialmente responsable. Sería importante que desde el ámbito educativo se incluyera información sobre cultura financiera, sobre todo en la ESO, en el Bachillerato y en la Formación Profesional. Además, se piensa que la banca ética es marginal, no es rentable y no ofrece los mismos productos y servicios que los bancos tradicionales; cosa que es totalmente falsa, como lo demuestran los bancos éticos que ya están funcionando.
Por último, ¿qué aporta su libro que no aporten los numerosos libros que se están publicando sobre la crisis bancaria?
Es cierto que últimamente se han publicado bastantes libros sobre la banca y la crisis financiera; la mayoría de ellos se centran en los detalles y los datos sobre la crisis. El libro La Banca Que Necesitamos aporta tres aspectos nuevos: en primer lugar, ofrece una visión histórica sobre cómo han ido evolucionando las entidades bancarias en España (bancos, cajas de ahorros y cooperativas de crédito) hasta llegar a la situación de crisis actual, lo que permite entender mejor al ciudadano porqué se ha llegado a esta situación en la que nos encontramos; en segundo lugar, el libro ofrece una visión alternativa al modelo de banca convencional, no se queda simplemente en la crítica si no que pretende ofrecer soluciones concretas: otro modelo bancario alternativo es posible y hay que tomar medidas para conseguirlo; y en tercer lugar, el libro pretende darle a la sociedad civil, a los ciudadanos, una posición de protagonismo en los cambios que se necesitan, al plantear que los ciudadanos, como consumidores socialmente responsables, pueden favorecer una nueva banca transparente, solidaria y comprometida.
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